Dónde están aquellos ojos azules quienes encontraban en una mirada una luz sorprende, una luz que maravillaba al ser quien los tiene. Dónde están aquellos besos dulces que son mucho mejor que tomar el elixir de vida. los abrazos intensos en los cuales no necesitas más para saber que dos cuerpos se convierten en uno, las sonrisas que brotan al ir por la calle, precisamente cuando piensas en lo que quieres hacer con la persona que más te importa, aquella que me recuerda la felicidad de la infancia, la belleza de la vida. Dónde está la sensación de vivir un musical, ya no encuentro la partitura en tus movimientos, y no siento las notas acercarse a mi corazón...
Lentamente voy regresando de las nubes, ya no siento pueda flotar en ellas, pues antes sentía que mi cuerpo hervía para estar encima de las nubes, para sentir el suave algodón rozar en mi piel acercándome un poquito a la luna, mi lua. Pedirte un viaje a la luna era simplemente escuchar una frase para de pronto estar recostada en tu pecho en aquella luna árabe y sentir una hamaca con la más bella vista del espacio... ahora las burbujas disminuyen, y de las frases queda un poco de eco.
No quiero sentir que lo infinito tiene fin...no sé si son las palabras que olvidas, si son los trabajos que están en mente, no sé si son solo excusas...pero si sé, que a pesar de no sentirlas, tengo memorias cercanas de lo que somos, del recuerdo de todas las palabras dichas que retumban en mi corazón y vuelvo a sonreír al caminar, e imagino que es sólo el momento...que ya pronto pasará y todo será mejor como siempre ha sido. Sé que no hay límites para sentir, pues todos los límites se rompen cuando ando a tu lado...y mis miedos se esfuman con tus sonrisas.
Dios regreso a aquel molde que había guardado y decidió volver a usarlo...a pesar de ser especie distinta, canina y felina, siempre son uno.
Lentamente voy regresando de las nubes, ya no siento pueda flotar en ellas, pues antes sentía que mi cuerpo hervía para estar encima de las nubes, para sentir el suave algodón rozar en mi piel acercándome un poquito a la luna, mi lua. Pedirte un viaje a la luna era simplemente escuchar una frase para de pronto estar recostada en tu pecho en aquella luna árabe y sentir una hamaca con la más bella vista del espacio... ahora las burbujas disminuyen, y de las frases queda un poco de eco.
No quiero sentir que lo infinito tiene fin...no sé si son las palabras que olvidas, si son los trabajos que están en mente, no sé si son solo excusas...pero si sé, que a pesar de no sentirlas, tengo memorias cercanas de lo que somos, del recuerdo de todas las palabras dichas que retumban en mi corazón y vuelvo a sonreír al caminar, e imagino que es sólo el momento...que ya pronto pasará y todo será mejor como siempre ha sido. Sé que no hay límites para sentir, pues todos los límites se rompen cuando ando a tu lado...y mis miedos se esfuman con tus sonrisas.
Dios regreso a aquel molde que había guardado y decidió volver a usarlo...a pesar de ser especie distinta, canina y felina, siempre son uno.
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