lunes, 25 de agosto de 2008

volver a dejar de ver

soy un ciego que esta aprendiendo a ver, que ve pero no sabe aun que es lo que ve, no tiene relacion a menos lo toque, lo sienta con sus otros sentidos...aprendiendo a ver que una cereza no es igual que una cereza en una fotografia...entender que es una fotografia, entender que no tiene volumen ni dimensiones...q es una figura plana...pero representa lo mismo. comprendiendo que los objetos se desplazan y pueden ser observados. y luego de un tiempo, querer avanzar de enteder, en el momento presiso que todo llega a ser aprendido, depronto todo vuelve a oscurecerse...y nada sera lo mismo jamas. para mi fue extraño, fue dificil aceptar cada sensacion cada sentimiento, no entendia por que sucedia, por que me sentia tan tenso y todo me hacia envolverme en mi...cerrar los ojos para poder comprender lo que sucedia a mi alrededor era lo que hacia una y otra vez...asi ya no golpeaba con las puertas de vidrio, ya no me extrañaban los espejos cuando creia era otro quien se acergcaba...tal vez un "algo extraño" que no sabia se llamaba humano hasta que lo tocaba. pero depronto entendi, y todo lo veia con asombro y fasinacion empece a vivir cada segundo con cada emocion, cada luz, cada movimiento y luego al pestañear todo se oscurece y no vuelve mas. algo asi es lo que vivo oi, no en base a un sentido sino a un sentimiento...a una sensación que se llevó todo, un continuo dia de oscuridad luego de ver lo bello que es el mundo y apesar de que el pasar del tiempo es dificil y los recuerdos crean una lenta agonia, una molestia, impotencia, tristeza al inicio pero luego nostalgia...me alegra haber podido ver y luego perderlo, que nunca haber logrado conocer lo que es ver, sin importar que hoy con un suspiro de mi alma.

domingo, 24 de agosto de 2008

Buscando Hogar

“Buscando hogar” – la oí decir
Y yo pregunte: “¿usted no tiene casa?”
“si, pero no hogar” ella respondió.
Y comprendí que hogar lo hace el amor, que no importa si hay casa o caja de cartón. Comprendí que hogar no es un lugar concreto, que no es necesariamente donde duermes cada día.
Ella dijo: “mi hogar marchó al antiguo lado del mundo”. Me contó que no sabia como explicarlo, pero dijo era todo tiempo en el cual sentías amor, cariño, y crees un lado amable y caliente…no importa lugar, importa la sensación de sentirse tranquilo, de que nada te falta, de no sentirte solo. De poder quedarse dormido y sentirse seguro. Saber que aquello esta a tu lado y puedes estar bajo la lluvia con un paraguas, sentado en un banco, durmiendo en la arena, incluso el estar al lado de una persona especifica, cualquier opción podría ser un hogar. No hay forma de saberlo, tan solo se siente…es como el amor.
Y comprendí que yo no tengo hogar, que vivo fría y angustiada, que no duermo ni como, por que mi hogar lo hizo una persona que intento no extrañar, pero cada noche tomo lo mas cercano y lo que mas tiempo tuvo cerca, un libro y una piedra de onix. Y le doy un beso y le digo cuanto lo amo. Comprendí que por más que tenga familiares cerca me siento sola y vacía.
Yo no sé cuanto cuánto tiempo tendré que recordarlo y tampoco sé si lo tendré, pero sé que al dormir con ello en mi mano duermo un poco tranquila, me siento menos sola, grito menos, y lloro menos…lo sé por mis almohadas, no tengo que exprimirlas como otras mañanas, y mis cuerpo no amanece húmedo, y mis pestañas no tienen huella de líquidos.
Extraño la sensación de estar cuidada y protegida extraño estar cansada y dormir sin preocupaciones…extraño estar en casa y oír la voz que me conforta…ya no es hogar si tú no estas. Pues mi hogar lo formo lo que amor me dio, lo que se vivió en cada rincón, en cada esquina, cada memoria recordada fue lo que causo mi hogar, lo que origino el compartir momento mas bellos, que no fue un simple pasatiempo de estar al lado de alguien y ver televisión, por que no fue un pasatiempo, fue sentir lo mas bello, sentir lo que aquella mujer menciono sobre un hogar.
Dame una oportunidad de hacer las cosas bien, dame una oportunidad de sentir que estas en casa, de sentir amor de un calido lugar. Soy una indigente en casa y para no serlo debo estar cerca de ti. Vivo en el mismo lugar, en la misma casa que alguna vez denomine hogar…y que ahora no es más que un simple cuarto con objetos y memorias. Las paredes en las que habito solo me ayudan a existir, pues a tu lado podría sentirme en mi dulce hogar aunque fuese recostada sobre un banco bajo la lluvia cubierta con papeles de noticias, para evitar el frió.

Monólogo a la Muerte

Si algún día yo quisiese…Pues te llamaría, y es por eso que no quiero que me lleves ahora, pues estoy por conseguir mi anhelo tan preciado. ¡Pero No! Tú vienes y quieres arrancarme de este mundo o tal vez sientas envidia por lo alto que he llegado. Y sigo sin entender porque ahora me das un plazo para dejar todo esto en orden; no quiero decir que este mal hecho, en realidad, quiero vivir. Pero ahora sé que en una semana muero y me aturde la idea de saber aquello, por lo visto quieres que te odie y que tenga miedo de ti, pero… ¿Sabes? Solo me aturdes y me tienes como estúpido pensando en que voy a morir.
¡Au!
¡No hagas eso, no me voy ahora ni mañana!
¡Apestas!
¡Au! ¡Au!
¿Qué? ¿Por qué veo mi cuerpo?

Carta de un Ayer

Londres, 15 de mayo de 1986

Josephine:
El tiempo ya paso, pero sin embargo no creo que esto termine como lo esperabas. Sé que no hace mucho me contaste sobre tu vida y que muchas mentiras creaste. En aquel momento no supe que pensar de ti, pero estoy seguro de que nunca quisiste tener la vida que obtuviste. Tú sabes bien que jamás perderás mi amor, y no quiero que llores por ello nada será fácil para ambos, pero aunque estemos separados ahora...es por nuestro bien. No llores Joe, se fuerte. No creas que todo acabó, pues te queda mucho por vivir y tienes mucho tiempo para solucionar lo que hiciste. Recuerda que el juicio aún no termina, sé que no es una simple amenaza, pero tienes que decir la verdad. Y si tienes que tomar lo que escribiste, pues creo este será el adiós y es muy probable que no te vuelva a ver en mi vida. Te entiendo, es doloroso dejar todo, no sé cuanto pero sé que lo es. No creas que será simple para mi leer en los periódicos y tratar de ocultar que no lo estarás. Al menos sabré que después que lo tomes, porque estoy seguro que lo harás, estarás en un lugar mucho mejor.

No quiero escribir adiós, pero tengo que hacerlo. Siempre voy a pensar en ti y no voy a olvidar aquel campamento que tuvimos y de todo lo que hicimos. Recordaré tu cara, tu mirada profunda y tan dulce a la vez; en la que pude descubrir que solo tienes una cara, una faceta y no eras como te pintaban...siempre tuviste una intangible transparencia; no olvidaré tu sonrisa, que siempre hacia que sienta mi corazón salir por mi boca... tu sonrisa me transportaba a un lugar tan portento donde solo veía las llamas de tu amor flameando. Créeme que jamás olvidare de ti, pues para mi será algo portátil que llevare conmigo sin separarme ni un solo instante de ti. Tú fuiste la única que me enseño a amar y la única que no devolverá lo que te llevaste de mi, aquel trozo de corazón ya es tuyo, te pertenece.

Se fuerte y haz lo que siempre hiciste. No llores ahora, nada se solucionara si lo haces. Nada ni nadie se merece, si quiera una lágrima tuya. Estoy seguro de que no me defraudaras y escogerás lo mejor.

Te ama

Alonso M.